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sábado, 2 de febrero de 2013

Porque este Blog se llama LAMPARA DE TIERRA?

LA LÁMPARA EN LA TIERRA

AMOR AMÉRICA (1400)

No se perdió la vida, hermanos pastorales. Pero como una rosa salvaje cayó una gota roja en la espesura y se apagó una lámpara de tierra.

PABLO NERUDA



PABLO



Cierto que conservamos la vida y continuamos con ella, pero somos los mismos?; !no!, es la misma senda en que seria normal el cambio, pasado el tiempo?; !no!.

Tenemos la vida después de perderla, perdimos; muchas vidas, (millones de nosotros masacrados), la lengua, símbolos, la misma tierra, la mirada y el palpito con que asumíamos la tierra.

No somos lo que seriamos, no somos lo que íbamos a ser; esa es nuestra mayor perdida.  la sangre, la violencia con todo lo que trae en seguidilla apago la lampara de tierra.

Se fue la luz, apagada por sangre, ni siquiera hoy sabemos o presentimos que tuvimos luz, una luz distinta; en los términos y códigos con que entendemos hoy, no sabríamos decir si es luz.  

Todo sepultado, pero mas radical o peor que eso; olvidado, que nos ahorra la sensación de perdida, no sabemos siquiera que fuimos muy ricos, imperiales, (omito el detalle de lo que eso significa), los caminos por los que íbamos se perdieron, como nuestra erogeneidad, sensibilidad, asombro; para entrar al positivismo mutilado, a encerrar el mundo profuso en una formula, a reducir la cualidad en cantidad y utilidad.

Después de volar reptar y sentir orgullo por ello, no saber donde esta la vanguardia, pero mas que eso, no saber lo que es la vanguardia; cuando la encontraremos?, puede estar muy cerca, solo alcanzarla con la mano, pero no la veremos hermanos pastorales.

Eso es lo triste, pocos buscan, nos sentimos pequeños, últimos quizá, pero no incompletos o despojados, lo que para mi gusto seria preferible, caminamos por una senda ajena con zapatos prestados, anchos o pequeños, da lo mismo.

Sin saber quienes somos, integrados, mezclados con victimas y victimarios, utilizando como lubricante el dolor y la violencia, nacimos no como algo nuevo, sino como un apéndice resentido, acomplejado, acogotado y arribista, deseando ser, deseando ser.
Nacimos divididos funcionalizados  política y económicamente por nosotros mismos, en clave de imitación como meta de nuestros deseos, sin camino propio, por eso subdesarrollados; es decir, reconociendo el recorrido y estaciones de otros como nuestra senda.

Todo esto invisibilizado por ellos y por nosotros, por eso sin una disculpa de nadie y sin reclamo, mucho menos reparación alguna (posibilitamos la acumulación originaria del capital siglo de oro español)lhttp://es.wikipedia.org/wiki/Acumulaci%C3%B3n_originaria  sucumbió un mundo como si fuera una hoja cualquiera para fundirse anónima e intrascendente con la tierra.

Lampara de tierra es el signo con que identificamos un impulso violento y sangriento, que termino con la negación silenciosa de todo un mundo; es decir valores, sentimientos, ideas, paisajes, hombres, lenguas, perdidos; pero también es la luz perdida y nuestro intento, hoy quizá imposible de rememorarla, pergeñarla vagamente,entreverla ojala, no importa sin colores, pero que sabemos grande muy grande, mucho mas grande que la "luz" prestada por el "descubridor", conquistador y colonizador.

Lampara de tierra es un intento por encontrarnos mientras exista esta tierra todavía. La tierra nos reclama auténticos es decir sin esos zapatos anchos o estrechos. Es esta tierra que busca que sus hombres vuelvan a la senda y construyan su mundo, al que verdaderamente pertenece; no el que nos prestaron;

  • de ideas extrañas, yo diría violentas y depredatorias,
  • de sentimientos sin génesis ni cuna jamas entendidos, asumidos por esnob y conveniencia.
Lampara de tierra es un termino que nos queda significando la nada a que nos redujeron, para después occidentalizarnos, pero también la vibración frenética mostrando nuestra perdida gloria y esplendor, no en abstracto sino en lo concreto; hombres, arquitectura, astronomía, política, medicina, ingeniería, etc. inventario que nos libera de las cadenas, tenazas invisibles, impuestas por inferiores seculares, que estoy seguro tienen como destino el asombro por américa y los americanos. 

2 de febrero de 2013


























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